domingo, 27 de febrero de 2011

¡Ay omá qué rica!

Alhambra, castillo rojo y cerveza con arte. Cuando la vida te lleva a una experiencia diferente, cambiar de ciudad, con poco curro y mucho tiempo libre, ¿qué mejor que disponer de una cerveza de referencia para acompañar todos los momentos?, y más cuando la dieta básica de la ciudad es la birrera: caña y tapa al mediodía; atardecer espumoso; litronas de medianoche; “milno” de pub; y especial discotequera… 

Un día granaino soleado de primavera invita a salir a la calle e ir a por una caña. Uno de los mejores sitios para hacerlo puede ser El 22. Éste es un bar que se encuentra en el Albaicín bajo, exactamente en la cuesta de San Gregorio, dónde se puede degustar una buena tapa casera (desde una ensalada de pasta hasta el típico lomo) por el módico precio de una caña. Además, dispone de una terracita que permite controlar el tráfico de personas que se dirigen a cualquiera de los miradores del Albaicín, con música de fondo que sale del interior del local.
Un buen plan, después de tomar algo en El 22, puede ser perderse por las callejuelas del Albaicín hasta llegar a alguno de sus miradores. El mirador de San Nicolás, uno de los más concurridos, es una buena opción para ver un increíble atardecer con unas litronas de Alhambra en mano y una conversación amena entre amigos, o intercambiando opiniones con algún espontaneo del lugar…
Cuando empiece a anochecer, y quizá nos comience a sonar la barriga, que mejor que bajar hasta el centro de Granada y dirigirnos a otra zona de tapeo, dónde podemos encontrar bares como Al Pan Pan y al Vino Vino (C. Horno de Haza). Recomiendo pedir un tubo de cerveza acompañado de la especialidad de la casa: el Pan Pizza. Si nos quedamos con hambre y nos apetece probar otra especialidad, podemos dirigirnos a un pequeño bar cercano llamado El Establo (C. de la Almona Vieja) y pedir un trikini, un biquini (sándwich mixto) con otro piso, como el mismo nombre indica.

Cuando tengamos el estomago preparado para comenzar la noche podemos ir a disfrutar de buena música y un ambiente acogedor en el Bohemia Jazz Café (Pl. de los Lobos), donde podemos degustar la preciada Alhambra 1925 (la famosa “milno”). 

El grupo Alhambra se fundó en 1925 y recibe el nombre del famoso palacio musulmán de Granada. El agua utilizada para su elaboración procede de Sierra nevada. Alhambra utiliza técnicas tradicionales, como tiempos de fermentación de hasta casi 40 días.
En concreto, la “milno” es una cerveza de baja fermentación con un color ámbar dorado y aromas tostados. Tiene notas frutales, de sabor intenso, pero perfectamente equilibrado. En mi opinión, una buena cerveza.

Como a estas alturas seguro que estamos animados, os invitaría a seguir la noche en el Pub Van Gogh (C. Pedro Antonio). Es un pequeño bar de la conocida zona de pub’s de Pedro Antonio, dónde podemos escuchar y bailar los grandes éxitos del rock nacional e internacional. Si nos cansamos de un ambiente, en ocasiones, un poco pijo, os recomiendo caminar unos metros y plantarnos en La Rocka, otro bar rockero de la zona con futbolín  y jarras de cerveza a muy buen precio.

Ya entrada la madrugada, cuando a las 3-4 de la mañana empiecen a cerrar los pubs de la zona, si todavía os quedan fuerzas, una buena opción puede ser terminar la noche en una discoteca. Personalmente la mía de referencia en Granada es la Vogue. Se trata de un zulo donde se hace difícil no divertirse. Si no recuerdo mal la entrada son unos 6 euros, que incluyen dos cervezas, Alhambra Especial para ser exactos (aunque si los asiduos tenéis martirizado al portero seguro que os acaba dejando entrar gratis). La discoteca consta de dos salas, una minúscula arriba donde principalmente ponen house y música electrónica, y una más grande abajo, aunque siempre llena a reventar, donde ponen pop, rock e indie, y grandes éxitos de los 80’s y 90’s. Lugar lleno de personajes espontáneos de todas las “tribus urbanas” que amenizan la noche.

Tú decides si cuando la Vogue cierra se acaba la noche y empieza un nuevo día…o no.

En fin, un día en Graná puede tener mil caras, y esta es una de ellas, pero siempre es mejor día si está regado con Alhambra.

martes, 15 de febrero de 2011

Que què tenim?

Después del tonight, tonight, después del pa,pa,papa,paraba, pensábamos que Estrella Damm sería incapaz de superarse. Después de ver “pijipis” viajando en velero mientras vivían un summer love  alcoholizado en las Baleares, creíamos que el nivel no podía ser más alto. Pero sí, lo han conseguido. El gran hit de este año 2011 es el “Que tenim?”. Ahora se trata de cuatro “modernos” que parece que pretenden que estemos orgullosos. ¿Pero orgullosos de que? El mensaje no queda muy claro. ¿Orgullosos de beber Estrella…?; ¿De ser del Barça…?; ¿De ser catalans…?
Me parece una publicidad con un mensaje bastante engañoso. Demuestra un nacionalismo, que no  independentismo, de lo más retrogrado.  Básicamente creo que la contrariedad se centra en querer vender un nacionalismo cultural totalmente inofensivo, que camufla un nacionalismo puramente económico. Y con esto no sólo me refiero al caso catalán vs. España, que siempre se encuentra en el punto de mira, sino que traspasa nuestras, en muchas ocasiones, limitadas fronteras. Hablamos de un problema globalizado. A Damm no le importa si somos chinos o catalanes. A Estrella le importa que consumamos cerveza en la Costa Brava o en el Machu Picchu. Y les da igual si lo hacemos animando al Barça o al Real Madrid.
No hace falta que nadie me diga que las galletas de Camprodon están buenísimas, ni que el Barça es el mejor equipo del mundo, o que Gaudí fue un gran arquitecto… Soy catalana, del Barça y bebo Estrella (el orden de los factores no altera el producto), ¿Y qué? Realmente creo que la mejor palabra para definir este tipo de publicidad es CUTRE.

Por suerte la crítica humorística de l’APM? nunca nos falla…  



Bueno birreros/as...me voy a por una Voll Damm! ;)

lunes, 14 de febrero de 2011

La cerveza son los padres

Mentiría si dijera que nací con una cerveza bajo el brazo. Cuando mi experiencia con las bebidas alcohólicas se encontraba limitada a curiosas mezclas, digestivos y algún que otro vino, una noche cualquiera llegó a mis manos una lata de Estrella Damm, seguramente adquirida mediante algún “latero”. Todos a mí alrededor hablaban de lo bueno que estaba y lo económico que era ese líquido que parecía orín y que nunca, pese a que ya tenía una edad, me había atrevido a probar. Pensaba que no me gustaría. Pero no tenía dinero, y no estaba dispuesta a seguir bebiendo kalimotxo que, por cierto, y disculpad los fanáticos, pero siempre me pareció bastante nocivo. Así que procedí a dar un sorbo y…¡Arghhh! ¡Qué asco! ¿Cómo podía ser que la gente bebiera eso? ¿Realmente le gustaba a alguien, o era más bien una norma social inútil?, como el hacer cola en un buffet libre…¡es libre! lo dice el mismo término. Nunca lo entendí, aunque ese no es el tema que nos ocupa….Bien, pues como si fuera la primera calada de un cigarro, mi primer sorbo de cerveza fue horrible, aunque no tardé mucho en entender que estaba totalmente equivocada…
Podría decirse que Centroeuropa me abrió los ojos, o más bien el gusto. En realidad fue un viaje familiar a Austria y Baviera el que me introdujo en el mundo de la cerveza. Pese a mi aprensión a todo lo que se encuentra más arriba de los Pirineos, éste viaje me ayudó a estrechar lazos. Al menos gastronómicamente hablando. Al principio del viaje sólo bebía vino austriaco, ciertamente exquisito. Tienen una gran variedad de blancos, mayoritariamente secos, aunque el más típico es el Grüner Veltliner. Pero ¿de verdad sólo iba a beber vino rodeada de tanta cerveza?, cuando toda mi familia brindaba con grandes jarras de litro, ¿iba a hacer un simple xinxin con una copita de vino?. Mientras me planteaba si era adoptada, me decidí a pedirle al camarero medio litro de esa cerveza que el resto bebía, una tal Weizenbier. La Weissbier o cerveza blanca (el significado de la palabra en alemán) es un tipo de cerveza con una gran proporción de trigo. 


Una de las marcas más conocidas de este tipo de cerveza es Paulaner Hefe-Weissbier. Se trata de una cerveza originaria de Munich, espumosa, turbia y con un marcado color ámbar. Es una explosión de sabores suaves, aunque dulces y amargos a la vez. De paladar espeso. En mi opinión muy rica, siempre y cuando os gusten las cervezas de trigo.  

Se puede decir que mi interés por el mundo de la cerveza empezó en el preciso instante en que probé esa Weissbier de barril, en una típica taberna austriaca. Gracias a ese viaje y, por supuesto, a mis padres, empecé a apreciar la cerveza.

¿Y vosotros/as? ¿Cómo fue vuestro primer contacto con la cerveza?

sábado, 12 de febrero de 2011

one pint please

Bienvenidos/as al Bierschaumblog!
Este blog pretende ser la unión entre el mundo de la cerveza y nuestra vida cotidiana. Se trata de compartir conocimientos de la cerveza como preciado objeto de la gastronomía mundial y, a la vez, impresiones sobre el significado del consumo de cerveza, es decir, encontrar la relación entre el placer de la ingesta con las vivencias. Por ejemplo...¿existe una cerveza idónea para cada momento?

Creo que ha llegado el momento de presentarme. Mi nombre es Marta Stout, una amante de la cerveza, en especial de la cerveza negra, y...esta soy yo!:


Siguiendo el planteamiento del blog os cuento...la foto anterior fue tomada recién aterrizada a Doncaster en mayo de 2010, una pequeña población al noreste de Inglaterra, en el Condado de Yorkshire (un sitio muy peculiar, pero ya lo contaré en otra ocasión...). Fui a visitar a mi amiga María, que estuvo allí un curso escolar, haciendo un lectorado. Y como marca la tradición, lo primero que hay que hacer: tomarse una cerveza!

En este caso nos tomamos una Carling blonde de barril, una cerveza típica inglesa de baja graduación, muy suave (a mi me recuerda a San Miguel) y con poco espesor, pero con un sabor duradero. Ideal para tomar entre amigos! ;)

Así que, contadme! ¿Que os parece Carling? ¿algún momento ideal para tomársela?

Hasta la próxima!